sábado, 19 de julio de 2008

El mito de la caverna



Para ilustrar su teoría del conocimiento, Platón utiliza una narración o mito, el célebre “mito de la caverna”, que aparece en el libro VII de su Diálogo “República”. El mito puede resumirse así:

Imaginémonos unos hombres encerrados en una caverna en la que se encuentran atados por cadenas que les impiden escapar y mover la cabeza, no ven por tanto más que lo que tienen delante. Detrás de ellos hay un fuego que ilumina la caverna, y entre el fuego y los prisioneros hay un muro pequeño, y a lo largo de este muro unos hombres llevan figuras de madera y de hierro, de madera que aparecen por encima del muro. ¿Crees que esta situación –pregunta Platón a su interlocutor- los prisioneros verán más que las sombras de los objetos proyectadas por el fuego?
- No, ya que tienen la cabeza inmóvil.
Y si habla algunos de los que pasan por detrás de ellos ¿no atribuirán las voces a las sombras?
- Ciertamente.
Imagina ahora que liberamos a uno de los prisioneros, y les obligamos a levantarse, a andar y a mirar hacia el otro lado, ¿crees que podrá levantarse sin dolor, y podrá creer lo que ahora ve?
- No, no podría.
¿No creerá el prisionero que era más cierto lo que veían antes?
- Indudablemente.
Y si lo sacamos de la caverna y lo llevamos hacia la luz del sol, cuando esté fuera deslumbrado por el sol, ¿podrá ver alguno de los objetos que llamamos verdaderos?. Al principio no, pero luego irá viendo los animales y todas las cosas del exterior más fácilmente de noche con las estrellas, que la luz del sol. Después pensará que el sol lo gobierna todo y que es causa de las estaciones y de la vida, y se acordará de sus compañeros de cautiverio y sufrirá por ellos. ¿No crees que preferiría ser como un mozo de cuadra antes que volver a la caverna?
- Sí, claro.
Y si hacemos retornar a este hombre al interior de la caverna, sus ojos quedaran ofuscados por la falta de luz. Y luego, ¿no pensará que lo que creyó ver en el exterior fue un sueño?. Y si habla de lo que vio afuera con sus compañeros de cautiverio, ¿no creerán éstos que por haber salido se había vuelto loco, y se burlarán de él, o incluso lo matarán.


Pues bien, esto es lo que le sucede al hombre que quiere ir más allá de lo que piensa la mayoría, es decir, el filósofo. El mito de la caverna representa en forma mitológica la teoría platónica del conocimiento. Los símbolos que aparecen en el mito pueden ser interpretados de la siguiente manera.

· Los prisioneros representan el alma del hombre que se encuentra encadenado a su cuerpo.· Las sombras que se ven al fondo de la cueva son las imágenes sensibles de las cosas.
· Las marionetas representan los objetos de la ciencia física.
· El fuego que ilumina estos objetos es la luz que permite el conocimiento sensible.
· El prisionero liberado es el alma que se libera del cuerpo, o el filósofo que se separa del vulgo.
· Los animales y las cosas que se encuentran en el exterior de la cueva son las ideas.
· El sol que ilumina y da vida a todas las cosas es la idea del bien.

El mito desarrolla dramáticamente el proceso del conocimiento. El alma del hombre se encuentra encadenada a su cuerpo y a sus sentidos mientras esta en la caverna, es decir, en el mundo sensible. El proceso del auténtico conocer consiste en la liberación de las cadenas del cuerpo y conseguir avanzar hacia la salida de la cueva.
El mundo exterior alcanzado tras la liberación es el mundo inteligible, en él ya no se contemplan sombras, sino verdaderos objetos reales (ideas). En un principio sólo están iluminadas por la luz de la luna, siendo ideas concebidas únicamente como objetos de la ciencia que no adquieren su verdadera forma y su auténtico sentido más que con la llegada del día, cuando son iluminadas por el sol, por las ideas del bien.

La segunda parte del mito es fundamentalmente ética y política, el prisionero que ha logrado liberarse y salir al exterior es el filósofo, quién se plantea la posibilidad de volver a la cueva y sacar a sus compañeros de la ignorancia.
Sin embargo, la conclusión del mito es negativa, pues Platón afirma que los compañeros de cautiverio, acostumbrados a vivir en el reino de la ignorancia, preferirán quedarse en la cueva, e incluso acabarán matando al filósofo que pretende llevarlos al reino de la verdad. Aparece aquí una clara referencia a la muerte de su maestro, Sócrates.

miércoles, 16 de julio de 2008

O sole mio





Divertida interpretación de " O sole mio ( Mi sol) " donde Pavarotti se ve desafiado a duelo por Carreras y Domingo. No dudes en escuchar esta maravillosa canción napolitana.


Haz click aquí para ver el video


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O sole Mio


Che bella cosa na jurnata 'e sole,
n'aria serena doppo na tempesta!
Pe' ll'aria fresca pare gia' na festa...
Che bella cosa na jurnata 'e sole.
Ma n'atu sole
cchiu' bello, oi ne'.
'o sole mio
sta 'nfronte a te!
‘o sole, ‘o sole mio
sta 'nfronte a te!
sta 'nfronte a te!

Lùcene 'e llastre d'a fenesta toia;
'na lavannara canta e se ne vanta
e pe' tramente torce, spanne e canta
lùcene 'e llastre d'a fenesta toia.
Ma n'atu sole
cchiu' bello, oi ne'.
'o sole mio
sta 'nfronte a te!
‘o sole, ‘o sole mio
sta 'nfronte a te!
sta 'nfronte a te!

Quanno fa notte e 'o sole
se ne scenne,
me vene quase 'na malincunia;
sotto 'a fenesta toia restarria
quanno fa notte e 'o sole
se ne scenne.

Ma n'atu sole
cchiu' bello, oi ne'.
'o sole mio
sta 'nfronte a te!
‘o sole, ‘o sole mio
sta 'nfronte a te!
sta 'nfronte a te!

Traducción:


Que cosa más hermosa un día soleado
El aire frío después de la tormenta
La fresca brisa hace desaparece el aire pesado
Que cosa más hermosa un día soleado
Pero otro sol,
Aún mas brillante
Es mi propio sol
Que es tu cara
El sol, mi propio sol
Es tu cara (está frente a ti)
Es tu cara
Brillante es el cristal de tu ventana;
Una lavandera está cantando
y el brillo de jactancia del lavadero
que saca y que cuelga y el cantar
El brillo es el cristal de tu ventana
Pero otro sol,
Aún mas brillante
Es mi propio sol
Que es tu cara
El sol, mi propio sol
Es tu cara
Es tu cara
Cuando llega la noche y empieza el atardecer,
comienzo a sentirme melancólico;
Permanecería debajo de tu ventana
Cuando la noche llega
y el sol se ha ido.
Pero otro sol,
Aún mas brillante
Es mi propio sol
Que es tu cara
El sol, mi propio sol
Es tu cara
Es tu cara

de la Wikipedia

sábado, 5 de julio de 2008

Escorbuto, la enfermedad de los marineros.



Durante la época de la navegación, allá por la Edad Media y la Edad Moderna principalmente, la enfermedad del escorbuto era común entre los marineros que realizaban largas travesías.
Los barcos que cruzaban el charco o realizaban grandes empresas por el mundo, en busca de productos para luego comerciar, quedaban desprovistos de agua y víveres.
Esta carencia de alimentos, sobre todo de frutas y verduras frescas, incrementaba no sólo la aparición del escorbuto sino además la aparición de muchas otras enfermedades de diferentes índoles.

Pero ¿en qué consistía esta enfermedad y cómo se descubrió su remedio?

Debemos retroceder en el tiempo y ver que la obtención de frutas y verduras era algo complicado y más en aquellas zonas donde dominaba el frío. Los helados inviernos hacía escasear dichos alimentos y, a consecuencia, su precio se elevaba.

El escorbuto era y es una enfermedad producida por la carencia de vitamina C, en la dieta. Y el hecho de padecerla, provocaba anemia, debilidad, manchas en la piel y hemorragias, generalmente en las encías.
Sin embargo, lo peor estaba por llegar, pues al no haber o mejor dicho al no conocerse un remedio que atajara la enfermedad, en tan sólo un mes la muerte hacía acto de presencia.


Cómo ya habréis podidos deducir las frutas y verduras son grandes fuentes de vitamina C y, por tanto, un buen brebaje de zumo de limón o naranja era esencial para prevenir el escorbuto. No obstante, no fue hasta bien entrado el s. XVIII cuando se descubrió este remedio.
Anteriormente, se atribuía este mal a causas de lo más variopintas como un mal debido a la sangre corrompida, al frío de los mares o a las maderas verdes de los barcos.

Y también surgieron diferentes formas de denominar esta enfermedad. Los navegantes españoles la llamaron “la peste de las naos”, los portugueses “mal de Loanda” y los ingleses “peste del mar”.
Pero lo verdaderamente sorprendente era la forma que tenían para contrarrestar esta enfermedad. Desde suministrar sal, mostaza, ácido fosfórico o comer luciérnagas o café concentrado hasta transfusiones de sangre de distintos animales.

Barbaridades a parte, fue el médico de la marina inglesa “James Lind” quién tras sus experimentos descubriese que suministrando zumo de limón los marineros afectados evolucionaban adecuadamente y se recuperaban. Pronto éste tratamiento se popularizó y muchos países adoptaron esta solución.

Más adelante, en el s.XX, el científico húngaro Albert Szent-György recibía el premio Nobel en 1937 por el descubrimiento de la vitamina C y los efectos que supone la carencia de esta en el organismo, siendo a partir de entonces cuando el escorbuto dejó de ser una epidemia.

Escorbuto en la Historia.

Vasco de Gama en su viaje en 1498, perdió a 55 marineros. Jacques Cartier explorando Canadá en 1535, su tripulación padeció la enfermedad. En 1558, sir Francis Drake perdió a 600 de sus 2300 marineros a causa de esta enfermedad. Muchos marineros ingleses perecieron a causa del escorbuto y resulta interesante saber como el almirante inglés Horacio Nelson se preocupaba porque hubiese cítricos en sus barcos.

Por David Domínguez.

miércoles, 2 de julio de 2008

"J'attendrai" por Tino Rossi.

Compuesta por el italiano Dino Oliveri hacia 1933. Fue adpatada al francés por él mismo en 1939 e interpretada por Rina Ketty.

J'attendrai (francés). "Esperaré"

J'attendrai, le jour et la nuit, J'attendrai toujours, ton retour.

J'attendrai, car l'oiseau, qui s'enfuit, Vient chercher l'oubli, dans son nid.

Le temps passe et court, En battant tristement, Dans mon coeur plus lourd, Et pourtant, j'attendrai, ton retour.

Les fleurs pâlissent, le feu s'éteint. L'ombre se glisse, dans le jardin. L'horloge tisse, des sons très lent. Je crois entendre ton pas.

Le vent m'apporte, des bruits lointains. Et dans ma porte, j'écoute en vain. Hélas! Plus rien, Plus rien ne vient.

Traducción:

Esperaré día y noche, esperaré siempre tu vuelta.

Esperaré porque el ave que huye viene para buscar el olvido en su nido.

El tiempo pasa y corre latiendo tristemente en mi corazón tan pesado. Y sin embargo, esperaré tu vuelta.

Las flores palidecen, el fuego se apaga. La sombra se desliza en el jardín. El reloj teje sonidos muy lento. Creo oir tu paso.

El viento me aporta ruidos lejanos. Y en mi puerta escucho en vano. ¡Por desgracia! Nada más. Nada más viene.


La versión de "J'atendrai" en la película Las 13 rosas:


Puedes contactar conmigo en:   hispanus21@gmail.com