El desarrollo del “conocimiento” en la especie humana permitió que ésta pudiese concienciarse o percatarse del mundo que le rodeaba. Los mitos constituyeron un tipo de narraciones que servirían como primeras descripciones y explicaciones sobre el mundo.
Estos relatos fantásticos recurrían a personajes legendarios como dioses o héroes, en ocasiones, causantes de los fenómenos de la naturaleza y de los problemas fundamentales de la existencia del hombre.
Otro rasgo de los mitos es el desconocimiento de su autoría debido en parte a que éstos son frutos de la colectividad en un proceso de formación lenta, espontánea y popular que se trasmitían de generación en generación.
Sin embargo, lo más interesante es construir un puente entre el mundo clásico y el mundo actual. A las preguntas ¿quienes somos? ¿de dónde venimos? o ¿a dónde vamos? surgen distintas respuestas según en el momento histórico en el que nos enmarquemos, pero sin duda, con grandes similitudes en el fondo.
Unos de los mitos más hermosos es el de “Pandora”. En éste mito se relata la historia del castigo que propina Zeus a Prometeo (hijo de titanes y un arduo filántropo) pues éste reveló el secreto del fuego a los hombres. Prometeo fue castigado a ser encadenado a una gran piedra allá por el Cáucaso y en donde una feroz ave lo atormentaba. Este mito representa así la contribución del conocimiento a los hombres.
Estos relatos fantásticos recurrían a personajes legendarios como dioses o héroes, en ocasiones, causantes de los fenómenos de la naturaleza y de los problemas fundamentales de la existencia del hombre.
Otro rasgo de los mitos es el desconocimiento de su autoría debido en parte a que éstos son frutos de la colectividad en un proceso de formación lenta, espontánea y popular que se trasmitían de generación en generación.
Sin embargo, lo más interesante es construir un puente entre el mundo clásico y el mundo actual. A las preguntas ¿quienes somos? ¿de dónde venimos? o ¿a dónde vamos? surgen distintas respuestas según en el momento histórico en el que nos enmarquemos, pero sin duda, con grandes similitudes en el fondo.
Unos de los mitos más hermosos es el de “Pandora”. En éste mito se relata la historia del castigo que propina Zeus a Prometeo (hijo de titanes y un arduo filántropo) pues éste reveló el secreto del fuego a los hombres. Prometeo fue castigado a ser encadenado a una gran piedra allá por el Cáucaso y en donde una feroz ave lo atormentaba. Este mito representa así la contribución del conocimiento a los hombres.
No obstante, no sólo Prometeo fue castigado también lo fueron los hombres. Zeus ordenó crear a Pandora, la cual, portaba un ánfora que contenía todos los males (la caja de Pandora), pues hasta entonces los hombres vivían en armonía y sin problemas, hasta que se desató y de ahí surgió la vejez, la pobreza, el vicio, la enfermedad y un largo etcétera.
Éste mito presenta un gran parecido con la historia de “Adán y Eva”, y ambos representa a la mujer como la culpable de todos los males de la humanidad, estaríamos por tanto ante la explicación de cómo la sociedad patriarcal se impone sobre otra sociedad más antigua, la matriarcal.
A día de hoy, estos mitos nos explican por qué vivimos en una sociedad en la que el hombre se considera superior a la mujer y que se derive desgraciadamente los malos tratos a estas. Y es que ya desde la antigüedad se inculcaban a la sociedad los valores de que la mujer debía estar a la sumisión del hombre, valgase este mito, el de Alcestis y Admeto o uno más conocidos para nosotros el de Adán y Eva.
Éste mito presenta un gran parecido con la historia de “Adán y Eva”, y ambos representa a la mujer como la culpable de todos los males de la humanidad, estaríamos por tanto ante la explicación de cómo la sociedad patriarcal se impone sobre otra sociedad más antigua, la matriarcal.
A día de hoy, estos mitos nos explican por qué vivimos en una sociedad en la que el hombre se considera superior a la mujer y que se derive desgraciadamente los malos tratos a estas. Y es que ya desde la antigüedad se inculcaban a la sociedad los valores de que la mujer debía estar a la sumisión del hombre, valgase este mito, el de Alcestis y Admeto o uno más conocidos para nosotros el de Adán y Eva.
Aunque muy lentamente, por fortuna, las sociedades del mundo van poco a poco avanzando a una sociedad basada en la igualdad, valor por la que tantos han luchado y han muerto. Esperemos que nunca se pierda la "esperanza" y digo ésto por hacer alusión a todo lo anterior comentado.
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