Un diplomático francés, Bernard Boursicot, un joven romántico sin experiencia sexual, ávido de aventuras, asistió a una función y se encaprichó de él, pero en ningún momento supo que se trataba de un chico.
Enterados los servicios secretos chinos del asunto, estos no dudaron en convirtir a Shi Pei-pu en un espía para que siguiera el juego y sonsacara al diplomático todos los secretos de la Embajada de Francia.
«Quería vivir una gran aventura de amor y cuando Peipu me dijo que era mujer, pero que se disfrazaba de hombre y tomaba hormonas para parecerlo porque así la vida le era más fácil, comprendí que ella era mi Sherezade», explicó el ex diplomático francés.
Shi Pei-pu disimuló ser mujer e, incluso, quedó “embarazada”, teniendo un hijo. Paternidad que atribuyó al despistado diplomático francés. Evidentemente todo era una falsa.
Al final, los servicios de inteligencia franceses le aclaran a Bernard Boursicot que tras 19 años de idilio, estaba cohabitando con un hombre.
Esto le llevó al intento de suicidio mientras estaba ya en la cárcel, así lo expresaba:
«Cuando me dijeron en prisión que era un hombre, me intenté suicidar»
Acabó cumpliendo seis años de cárcel. En la actualidad, Boursicot vive con su amante en París; y Shi Pei-pu también vive en esta ciudad. El “supuesto” hijo fue enviado a una humilde familia china.
«Sigo soñando de vez en cuando con ella, pero quiero olvidar. No sería posible una reconciliación entre nosotros, ya he reconstruido mi vida».
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por David Domínguez