Su infancia y adolescencia, en el pueblo, le inspiró para crear una de sus obras más populares “Platero y yo”.
Posteriormente, residió en Sevilla, donde no acabó sus estudios de Derecho y, en Burdeos, en un sanatorio mental tras la muerte de su padre.
Posteriormente, residió en Sevilla, donde no acabó sus estudios de Derecho y, en Burdeos, en un sanatorio mental tras la muerte de su padre.
No obstante, regresaba a Moguer en 1905 y, en 1916, se casó con Zenobia Camprubí, una mujer que se entregaría en cuerpo y alma al poeta.
Zenobia, con ideas fuera de lo común y de su tiempo, ayudó al poeta no sólo en los asuntos de sus obras literarias sino que también en el sustento económico, en muchas ocasiones.
El matrimonio realizó multitud de viajes por el mundo y coleccionó miles de libros de diferentes temas e idiomas, pues Zenobia hablaba varias lenguas. También tuvieron mucha relación con el círculo de literatos de la época y pintores, como el valenciano Joaquín Sorolla.
Zenobia, con ideas fuera de lo común y de su tiempo, ayudó al poeta no sólo en los asuntos de sus obras literarias sino que también en el sustento económico, en muchas ocasiones.
El matrimonio realizó multitud de viajes por el mundo y coleccionó miles de libros de diferentes temas e idiomas, pues Zenobia hablaba varias lenguas. También tuvieron mucha relación con el círculo de literatos de la época y pintores, como el valenciano Joaquín Sorolla.
En 1956, Juan Ramón Jiménez fue galardonado con el premio Nobel de literatura, pero no llegaría a recogerlo personalmente, pues a los 3 días de la noticia fallecía su esposa.
El encargado de recoger el premio fue el rector de la universidad portorriqueña. Dos años más tarde, en 1958, moría el poeta, en Puerto Rico.
El encargado de recoger el premio fue el rector de la universidad portorriqueña. Dos años más tarde, en 1958, moría el poeta, en Puerto Rico.
En cuanto a las obras del poeta, que tuvieron continuas revisiones con el fin de eliminar todo lo anecdótico y obtener la esencia de la palabra, a través de un proceso selectivo y depurador, se clasificaron en 4 etapas, para finalmente acabar en 3, fruto de su afán revisionista. Juan Ramón Jiménez se caracterizaba por una clara unidad y por crear poesía pura.
Etapa sensitiva: hasta 1916.
“Arias tristes", “Jardines lejanos” o “Elegías”: expresan tristeza. Influenciado por Bécquer y los simbolistas franceses.
“Arias tristes", “Jardines lejanos” o “Elegías”: expresan tristeza. Influenciado por Bécquer y los simbolistas franceses.
“La soledad sonora”, “Poemas májicos y dolientes”, “Poemas agrestes”, “Sonetos espirituales” y “Estío”: son de temáticas propias del Modernismo en los que se aprecian rasgos de mayor depuración.
En prosa escribe “Platero y yo”.
Etapa Intelectual: de 1916 a 1936.
“Diarios de un poeta recién casado”, “Eternidades”, “Piedra y cielo”: en estas obras sus poesías son más conceptuales y complejas que en las anteriores. Son poemas de raíz simbolista en los que el poeta siente el deseo de renombrar las cosas para descubrir su pureza original.
Etapa suficiente: de 1936 a 1958.
“Animal de fondo” o “Dios deseado y deseante”: nos presenta a un poeta obsesionado por el tema de la vida poética, la eternidad o el deseo de la trascendencia en su obra.
En cuanto a su estilo predominan temas como la belleza, el conocimiento y el ansia de eternidad.
Etapa Intelectual: de 1916 a 1936.
“Diarios de un poeta recién casado”, “Eternidades”, “Piedra y cielo”: en estas obras sus poesías son más conceptuales y complejas que en las anteriores. Son poemas de raíz simbolista en los que el poeta siente el deseo de renombrar las cosas para descubrir su pureza original.
Etapa suficiente: de 1936 a 1958.
“Animal de fondo” o “Dios deseado y deseante”: nos presenta a un poeta obsesionado por el tema de la vida poética, la eternidad o el deseo de la trascendencia en su obra.
En cuanto a su estilo predominan temas como la belleza, el conocimiento y el ansia de eternidad.
Fotografías de la Casa-Museo Juan Ramón Jiménez, las realicé en el verano de 2008.
por David Domínguez.