sábado, 18 de octubre de 2008

Madame Butterfly, una increíble historia de amor


Shi Pei-pu es el verdadero nombre de la Diva de la opera de Pekin, Song Li-ling.

Este personaje era un actor chino que representaba papeles de mujer en el teatro. Por aquel entonces aún estaba mal visto que las mujeres interpretasen y este papel vacante era realizado por un hombre en su lugar.


Un diplomático francés, Bernard Boursicot, un joven romántico sin experiencia sexual, ávido de aventuras, asistió a una función y se encaprichó de él, pero en ningún momento supo que se trataba de un chico.

Enterados los servicios secretos chinos del asunto, estos no dudaron en convirtir a Shi Pei-pu en un espía para que siguiera el juego y sonsacara al diplomático todos los secretos de la Embajada de Francia.

«Quería vivir una gran aventura de amor y cuando Peipu me dijo que era mujer, pero que se disfrazaba de hombre y tomaba hormonas para parecerlo porque así la vida le era más fácil, comprendí que ella era mi Sherezade», explicó el ex diplomático francés.

Shi Pei-pu disimuló ser mujer e, incluso, quedó “embarazada”, teniendo un hijo. Paternidad que atribuyó al despistado diplomático francés. Evidentemente todo era una falsa.

Durante el tiempo que duró la relación, la pareja se veía a escondidas ya que estaba prohibido que los orientales se relacionaran con europeos. El ex diplomático cuenta así sus relaciones: «siempre que nos acostábamos era todo muy rápido. El dirigía y no me dejaba tocarle. Para simular que tenía vagina empujaba sus testículos hacia su cuerpo y ponía el pene hacia atrás entre las piernas para lograr una pequeña cavidad».

Posteriormente, dificultaron al diplomático ver a Shi Pei-pu con el fin de que este facilitara documentos secretos de la Embajada francesa.
«Creía que si daba documentos a las autoridades chinas podía salvarla. Nuestra relación estaba prohibida y de esta forma harían la vista gorda».

Sabiendo los responsables de la delegación gala que había descubiertos, lo envían de vuelta a París. La inteligencia china manda también a su “querida e hijo” tras sus pasos.
Al final, los servicios de inteligencia franceses le aclaran a Bernard Boursicot que tras 19 años de idilio, estaba cohabitando con un hombre.

Esto le llevó al intento de suicidio mientras estaba ya en la cárcel, así lo expresaba:
«Cuando me dijeron en prisión que era un hombre, me intenté suicidar»

Acabó cumpliendo seis años de cárcel. En la actualidad, Boursicot vive con su amante en París; y Shi Pei-pu también vive en esta ciudad. El “supuesto” hijo fue enviado a una humilde familia china.

«Sigo soñando de vez en cuando con ella, pero quiero olvidar. No sería posible una reconciliación entre nosotros, ya he reconstruido mi vida».


Haz click en la imagen de abajo para escuchar la historia de la voz de Fernando Rueda y Juan Antonio Cebrián.

por David Domínguez

5 comentarios:

Anónimo dijo...

Interesante blog
un poco mas erudito y sería de gran aporte
atte. Un Historiador (no soy autodidacta)

Fernando dijo...

Muy interesante. ¿ Tendremos alguna vez otra rosa de los vientos como aquella?. Hacen falta programas como estos

Hispanus dijo...

Te recomiendo esta página,en ella, podrás escuchar multitud de audios de la Rosa de los Vientos:

http://www.32rumbos.com/FONOTECA.htm

Atenea dijo...

Hola David!

Yo he visto una película basada en esa historia, llamada "M. Butterfly" con Jeremy Irons, la verdad que el personaje de Irons no me llamó la atención (demasiado común para mi gusto) quien por momentos llamaba mi atención (aunque por ratos mostraba una sumisión insoportable) era la "chica" pero por su personalidad, jajaja, aunque en la película, Boursicot, se apellida Gallimar (se pronuncia asi, solamente espero haberlo escrito bien). Hay una parte de la película que me gusta especialmente y es cuando Gallimar el dice a la cantante de ópera que Madame Butterfly le parece una historia hermosa, pero ella le responde que sólo le parece hermosa porque se trata se una mujer oriental que se enamora de un occidental y que por amor al final se suicida y que si hubiera sido una occidental enamorada de un oriental, el suicidio por amor les hubiera parecido absurdo, respuesta que me pareció buenísima y bien razonada, en pocas palabras a ella esa historia no le gustaba, al menos eso era lo que insinuaba.

Creo que ya me extendí demasiado :)

Un afectuoso saludo

Hispanus dijo...

Gracias Minerva

Ahora que lo dices intentaré buscar la película y verla.

Un saludo.

Puedes contactar conmigo en:   hispanus21@gmail.com